La Ley Fundamental: el fundamento de la confianza, la estabilidad y el futuro de Uzbekistán

El 8 de diciembre es el Día de la Constitución de la República de Uzbekistán. Esta fecha ocupa un lugar especial en la historia moderna del país, ya que la Constitución adoptada en 1992 se convirtió en el fundamento esencial de la independencia, el orden jurídico y el desarrollo democrático del Estado. Definió el rumbo del fortalecimiento de la joven república, estableció los principios clave de la organización estatal y determinó los caminos para construir una sociedad abierta, pacífica y humanista.
La Constitución se convirtió en un documento decisivo que proporcionó la base normativa para la formación de un Uzbekistán soberano. En ella se consolidó el modelo político, económico y social del futuro Estado, basado en principios democráticos, el Estado de derecho, el respeto de los derechos humanos y la libertad individual.
La adopción de la Ley Fundamental se convirtió en un paso crucial en la institucionalización de la independencia, sentando una sólida base jurídica para todas las posteriores transformaciones políticas y socioeconómicas.
El 8 de diciembre de 1992, la Constitución fue adoptada oficialmente en la sesión del Sóviet Supremo de la República de Uzbekistán, adquiriendo el estatus de Ley Fundamental del Estado independiente.
El desarrollo dinámico de la sociedad, las crecientes demandas de los ciudadanos y la necesidad de aplicar estándares democráticos modernos se convirtieron en las premisas para una profunda renovación de la Constitución. La nueva etapa de desarrollo del país, conocida como el período de formación del Nuevo Uzbekistán, requirió una ampliación significativa de las garantías políticas, sociales y jurídicas. En este contexto, en 2023 se llevó a cabo una reforma constitucional a gran escala, que se convirtió en un verdadero hito en la historia del Estado.
La preparación de la nueva versión de la Constitución también se desarrolló en un formato de amplia consulta popular. En total, se recibieron más de 222.000 propuestas de los ciudadanos, lo que representó un nivel sin precedentes de participación pública. Las comisiones y los grupos de expertos estudiaron detalladamente las iniciativas de la población, integrando las más demandadas y actuales en el nuevo texto. Este proceso demostró claramente que la Constitución de Uzbekistán es verdaderamente del pueblo —un documento creado con la participación directa de la sociedad.
El referéndum del 30 de abril de 2023, en el que participaron millones de ciudadanos, se convirtió en la confirmación final de la elección y la decisión colectivas del pueblo. Una amplia misión internacional de observadores de las principales organizaciones internacionales, así como de instituciones nacionales y extranjeras de la sociedad civil, garantizó una alta transparencia y legitimidad del proceso. Según los resultados de la votación, la nueva versión de la Constitución fue apoyada por la inmensa mayoría de los participantes y entró en vigor el 1 de mayo de 2023.
La Constitución renovada se convirtió en un paso significativo hacia la profundización de la democratización del país. Estableció enfoques fundamentalmente nuevos para la administración pública y los derechos humanos, amplió las garantías sociales y reforzó los mecanismos de protección de la persona. El número de artículos aumentó de 128 a 155, el número de capítulos de 26 a 27, y el número de normas de 275 a 434. Así, la Constitución fue renovada en más de un 65 %, lo que evidencia la profundidad de las reformas realizadas.
Uno de los logros más importantes fue la consolidación del estatus de Uzbekistán como Estado social. La Constitución refleja nuevas obligaciones sociales: garantizar a la población una vivienda asequible, establecer un salario mínimo adecuado para un nivel de vida digno, ofrecer garantías de apoyo social a los grupos más vulnerables y mejorar la calidad de la atención médica. Estas disposiciones reflejan una comprensión moderna de la justicia, la igualdad de oportunidades y la dignidad humana.
En la Constitución renovada se ampliaron significativamente las garantías de derechos y libertades humanas. Se introdujeron normas que prohíben el trabajo forzoso, abolieron la pena de muerte, protegen a los ciudadanos de la detención arbitraria y limitan la reclusión sin decisión judicial a un máximo de 48 horas. Se reforzaron los mecanismos de independencia judicial y se aumentaron los requisitos de responsabilidad para los órganos y funcionarios del Estado. Todas estas innovaciones son de gran importancia para fortalecer el Estado de derecho y la protección jurídica de los ciudadanos.
La Constitución de 2023 también reflejó cambios en el ámbito de las relaciones internacionales. Por primera vez, se consolidaron a nivel constitucional los nuevos fundamentos institucionales de la política exterior de Uzbekistán, reflejando la orientación del Nuevo Uzbekistán hacia la apertura al mundo, el fortalecimiento de la buena vecindad y la participación en procesos globales. Se estableció que los tratados internacionales tienen prioridad sobre la legislación interna, lo que refuerza la integración de Uzbekistán en el espacio jurídico global y garantiza la conformidad de la legislación nacional con los estándares internacionales. La Constitución también garantiza la prohibición de extraditar a ciudadanos de Uzbekistán, lo que fortalece la protección de los derechos de los ciudadanos en el extranjero.
Los principios de política exterior establecidos en la nueva edición también reflejan el deseo del país de fortalecer la estabilidad regional, desarrollar relaciones mutuamente beneficiosas con los socios, ampliar la diplomacia económica y participar activamente en la resolución de desafíos globales. Estas disposiciones demuestran que la política exterior del Nuevo Uzbekistán ha obtenido una base institucional sostenible, lo que contribuye a fortalecer la autoridad internacional del país.
Hoy, Uzbekistán avanza con confianza por el camino de la modernización, la mejora de la administración pública, el fortalecimiento de los derechos y libertades, y la creación de condiciones para el desarrollo humano y el crecimiento económico. La Constitución renovada garantiza la continuidad de este rumbo, sirviendo como un punto de referencia clave para el Estado y la sociedad. Cada ciudadano, apoyándose en la Ley Fundamental, fortalece su confianza en el futuro, en la justicia y en el desarrollo sostenible de la Patria.